Biocombustibles

En todos los países del mundo los autos se mueven gracias a combustibles derivados del petróleo. Sin embargo, es posible usar la biotecnología para producir combustibles alternativos, como el alcohol (etanol). Las ventajas que presenta el alcohol sobre la nafta son muy importantes. En primer lugar, se produce a partir de cultivos agrícolas, que son fuentes renovables de energía, permitiendo, además, la producción local del biocombustible.

Por otro lado, su combustión produce menos emisiones nocivas para los seres vivos, el agua y el aire. Actualmente el alcohol se produce a partir de caña de azúcar, sorgo, remolacha o del maíz, cuyos hidratos de carbono son fermentados a etanol por las levaduras del género Saccharomyces. El mayor inconveniente es que los cultivos vegetales constituyen una materia prima muy cara, que hace que el precio final del producto sea elevado. Es por eso que en muchos países se están investigando y desarrollando métodos de producción de etanol a partir de desechos agrícolas, forestales e industriales, que son abundantes y muy baratos. En este caso, los azúcares se obtendrían de la celulosa de los desechos vegetales.

Los principales productores de alcohol para combustible son Brasil, Estados Unidos y Canadá. Brasil lo produce a partir de la caña de azúcar y lo emplea como "hidro-alcohol" (95% etanol) o como aditivo de la nafta. Estados Unidos y Canadá lo producen a partir de maíz y lo utilizan en diferentes formulaciones que van desde el 5% al 85% de etanol.