Nueva técnica de rastreo detecta más de 700 genes de resistencia a antibióticos

Utilizando una técnica avanzada de rastreo de genes, científicos del Servicio de Investigación Agrícola de Estados Unidos (ARS) detectaron más de 700 genes que les otorgan a los microbios tales como Salmonella y E. coli la capacidad de resistir a antibióticos y otros compuestos antimicrobianos.

Utilizando una técnica avanzada de rastreo de genes, científicos del Servicio de Investigación Agrícola de Estados Unidos (ARS) detectaron más de 700 genes que les otorgan a los microbios tales como Salmonella y E. coli la capacidad de resistir a antibióticos y otros compuestos antimicrobianos.

Los investigadores usaron lo que se conoce como microarreglos de ADN para encontrar los genes de resistencia en una variedad amplia de bacterias tales como Salmonella, E. coli, Campylobacter, Listeria y Enterococcus, entre otros. Estos organismos suelen causar intoxicación alimentaria, y por consiguiente constituyen una preocupación para la salud pública.
Por otro lado, los científicos saben que algunos de estos organismos han adquirido resistencia a los antibióticos que se emplean para combatirlos. Descubrir los genes que confieren resistencia es un paso importante para buscar nuevas maneras de controlarlos.
Todos los genes identificados habían sido ingresados a la base de datos GenBank, administrada por el Centro Nacional de Información Biotecnológica de los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU. Los investigadores del ARS, junto con otros del Centro Sidney Kimmel del Cáncer en San Diego, seleccionaron unos 1.000 de estos genes, entre los 5.000 genes anotados en el GenBank con las palabras "resistencia antimicrobiana". Luego diseñaron un microarreglo de más de 700 sondas de ADN (fragmentos cortos de ADN) para detectar los genes de resistencia.
Un microarreglo de ADN es una platina de vidrio usada para ensayar muestras de ADN con el fin de detectar la presencia de genes específicos. Para hacer los microarreglos se usan fragmentos cortos de ADN, llamados sondas, y que en este caso llevan genes de resistencia. Estas sondas se pegan a la platina de vidrio en forma ordenada. Para utilizar el microarreglo, se extrae el ADN de las bacterias (muestra), se lo marca con fluorescencia, y se lo pone en contacto con la platina que contiene las sondas. Si las bacterias tienen estos genes de resistencia a antibióticos, entonces su ADN quedará unido a la platina, y se observará en ese lugar fluorescencia, de fácil detección. El trabajo fue publicado en la revista Microbial Drug Resistance.