Impacto global de los cultivos transgénicos: efectos socioeconómicos y ambientales en 1996-2006

 “Desde 1996 la adopción de cultivos transgénicos ha ayudado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero debidas a la agricultura y las aplicaciones de pesticidas, y ha beneficiado significativamente a los agricultores”, señaló Graham Brookes, director de PG Economics y co-autor del informe. “La tecnología también ha contribuido en gran medida a mejorar los rendimientos, aumentando la producción global y los volúmenes comercializados de los cultivos clave.

 “Desde 1996 la adopción de cultivos transgénicos ha ayudado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero debidas a la agricultura y las aplicaciones de pesticidas, y ha beneficiado significativamente a los agricultores”, señaló Graham Brookes, director de PG Economics y co-autor del informe. “La tecnología también ha contribuido en gran medida a mejorar los rendimientos, aumentando la producción global y los volúmenes comercializados de los cultivos clave. Los precios de cultivos como el maíz y la soja serían más altos que los actuales si los agricultores no hubieran adoptado ampliamente la tecnología. Estos beneficios económicos y ambientales han sido particularmente importantes en los países en desarrollo”. Los principales hallazgos de este exhaustivo estudio pueden resumirse como sigue:

 

·   Los cultivos transgénicos han contribuido a disminuir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero debidas a las prácticas agrícolas. Esta reducción surge de un menor uso de combustibles y un almacenamiento adicional del carbono en el suelo debidos a prácticas de labranza más conservacionistas que se emplean con los cultivos genéticamente modificados. En 2006, esta reducción fue equivalente a remover 14,8 mil millones de kg de dióxido de carbono de la atmósfera o igual a eliminar casi 6,6 millones de automóviles de las calles por un año.

 

·   La adopción de cultivos transgénicos ha reducido las aplicaciones de pesticidas en unos 286 millones de kg (-7,8%: equivalente a un 40% del volumen anual del ingrediente activo usado en la agricultura europea). Como resultado, el impacto ambiental asociado con el uso de herbicidas e insecticidas en las áreas sembradas con cultivos transgénicos disminuyó en un 15,4%.

 

·   Ha habido beneficios económicos sustanciales netos para los agricultores que alcanzan casi los U$ 7 mil millones en 2006 y los U$ 33,8 mil millones para el período 1996-2006. El incremento en los ingresos de los productores en 2006 es equivalente a agregar el 3,8% al valor de la producción global de los cuatro cultivos transgénicos más importantes: soja, maíz, canola y algodón.

 

·   Del beneficio total en los ingresos para el agricultor, un 43% (U$ 14,54 mil millones) se han debido a un aumento en el rendimiento, y el resto a la reducción en los costos de producción. Dos tercios de estas ganancias en el rendimiento se deben a la adopción de cultivos resistentes a insectos, y el resto, a cultivos tolerantes a herbicidas.  

 

·   Los agricultores de países en desarrollo obtuvieron la parte más grande de estas ganancias en 2006 (54%), y un 49% (U$ 33,8 mil millones) sobre el período 1996-2006.

 

·   Para los agricultores de países en desarrollo los costos totales para acceder a la tecnología en 2006 representaron el 17% del total de las ganancias, mientras que para los agricultores de países desarrollados este costo fue el 38% del total de las ganancias. Aunque las circunstancias varían entre países, las mayores ganancias en los ingresos para los agricultores en los países en desarrollo, en comparación con las ganancias para los productores de los países desarrollados, se deben principalmente a una aplicación más débil de los derechos de propiedad intelectual en esos países.  

 

·   En términos de la producción adicional, en 2006 la producción mundial de soja, maíz, algodón y canola fueron respectivamente +5%, +1,4%, +5,2% y +0,5% con respecto a los niveles que se habrían alcanzado si no se hubiera adoptado la tecnología.  

 

·   Con respecto al área sembrada, si la tecnología GM no hubiera estado disponible en 2006, para alcanzar esos niveles de producción se habrían necesitado 3,9 millones de hectáreas adicionales para soja, 1 millón para maíz, 1,8 para algodón, y 0,15 para canola.  

 Se puede acceder al estudio completo en el sitio http://www.pgeconomics.co.uk/