“Es necesario agilizar los trámites de aprobación de OGM en la UE”

Con motivo de la evidente crisis económica que está afectando entre otros sectores, a la producción de productos alimentarios, y más concretamente a la agricultura, la Comisaria europea de Agricultura, Mariann Fisher-Boël comentó en una entrevista concedida al diario francés La Croix, la situación de la aprobación de los productos transgénicos de cara a la crisis como una posible vía de salida. Con motivo de la evidente crisis económica que está afectando entre otros sectores, a la producción de productos alimentarios, y más concretamente a la agricultura, la Comisaria europea de Agricultura, Mariann Fisher-Boël comentó en una entrevista concedida al diario francés La Croix, la situación de la aprobación de los productos transgénicos de cara a la crisis como una posible vía de salida. Pese a los esfuerzos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la aprobación de los productos MG continúa en los despachos. Para la Comisaria Europea es imprescindible agilizar el proceso de aprobación de nuevos productos GM destinados al cultivo, ya que desde hace años esta cuestión ha quedado paralizada por las complicaciones derivadas de la actitud de diferentes países miembros. Son muchos los productos transgénicos que están en los despachos de la Comisión Europea, como la papa GM Amflora, un producto que podría ser una revolución dentro de la industria del almidón y cuya aprobación continua paralizada, pese a contar con el beneplácito de la EFSA. Según la Comisaria Europea de Agricultura, pese a la crisis económica mundial y los altos precios de los productos alimentarios, la postura de la Unión Europea frente a los productos GM hace que “hoy sea posible devolver una carga completa de soja o maíz procedente de América del Sur y destinada a la alimentación animal, solamente por haberse detectado en ella una mínima traza de algún OGM”. Además, Fisher asegura que le parece “totalmente estúpido e inaceptable mantener estas medidas, ya que fomentan el alza de los precios en la alimentación animal, provocando que los ganaderos europeos sean poco competitivos”, a lo que añade que “todo esto se realiza mientras se permite la importación de carne procedente de Brasil, que sin duda ha sido alimentada con productos transgénicos que no han sido aprobados en Europa”.