Europa recomienda los OGM
La Comisión Europea (CE) cree que los países comunitarios deben cambiar su actitud sobre los transgénicos y "acelerar" su aceptación o de lo contrario la agricultura y ganadería europea sufrirán pérdidas económicas en los próximos años.
La Comisión Europea (CE) cree que los países comunitarios deben cambiar su actitud sobre los transgénicos y "acelerar" su aceptación o de lo contrario la agricultura y ganadería europea sufrirán pérdidas económicas en los próximos años. El Ejecutivo comunitario indica en un informe que es "urgente tomar las medidas necesarias" para evitar que el actual estancamiento a la aprobación de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) en la Unión Europea (UE) perjudique los ingresos del sector agrícola. De acuerdo con el documento, la situación actual está provocando incrementos de costos, especialmente para las industrias de alimento para animales de consumo y para los ganaderos de varios países. En consecuencia, se evalúa que la UE "debería mostrar más flexibilidad" a la hora de aceptar la importación de productos con OGM de países como la Argentina o Brasil, y también tendría que "acelerar" los procedimientos internos para aprobar expedientes de nuevos transgénicos. El informe, elaborado por la dirección de Agricultura de la CE, analiza las consecuencias de la falta de acuerdo que hay actualmente entre los países de la UE para aprobar los OGM y, por otro lado, la falta de "tolerancia" a la presencia de transgénicos en las importaciones. Desde que la UE puso fin en 2004 a la moratoria contra la autorización de transgénicos, todos los OGM se han aprobado unilateralmente por Bruselas porque "ni un solo expediente" ha contado con una mayoría favorable de países a favor, recuerda el estudio. En cuanto a las importaciones, la legislación de la UE "no fija umbrales de tolerancia" para la presencia accidental de OGM no aprobados, que han recibido autorización en otros países. Según el informe, algunos abastecedores de alimento para ganado u otros productos, como Argentina o Brasil, están teniendo en cuenta la regulación de la UE que, por el contrario, no impide a los EE.UU. seguir adelante con sus procedimientos de aprobación de nuevos transgénicos. Ante esta situación, ya se han visto afectadas las importaciones de alimentos con maíz, con serias consecuencias para la ganadería de la UE. Vale agregar que las actividades pecuarias suponen el 40% de los ingresos del sector agrícola del bloque por lo que Bruselas teme una "pérdida de competitividad" e incluso apunta que la Unión podría convertirse en un importador neto de carne de cerdo. Como resultado de las restricciones a las importaciones de soja de EE.UU., Argentina y Brasil, la producción animal se expandiría a otros países competidores. El informe añade que la UE "aumentará sus importaciones de carne de animales alimentados con OGM", ya que de acuerdo con las reglas comunitarias, los productos de ganado que ha comido transgénicos no deben mencionarlo en su etiquetado.