Encuentran la fuente de la juventud… para tomates

Avtar Handa, profesor de horticultura, descubrió que agregando un gen de levaduras aumenta la producción de un compuesto, en el tomate, que atrasa la maduración y la podredumbre causada por microbios. Según Handa, que publicó sus resultados en la versión online de la revista The Plant Journal, esto se podría lograr también en otros frutos.

Investigadores de la Universidad de Purdue descubrieron un gen de levaduras que alarga la vida en el estante de los tomates.

Avtar Handa, profesor de horticultura, descubrió que agregando un gen de levaduras aumenta la producción de un compuesto, en el tomate, que atrasa la maduración y la podredumbre causada por microbios. Según Handa, que publicó sus resultados en la versión online de la revista The Plant Journal, esto se podría lograr también en otros frutos.
El compuesto orgánico espermidina es una poliamina que se encuentra en todas las células, aunque sus funciones no son bien conocidas aún. Handa y Autar Mattoo, un fisiólogo de plantas del Servicio Agrícola de Estados Unidos, ya habían demostrado que las poliaminas, como la espermidina, mejoran la calidad del tomate. "Cientos de genes son afectados por las poliaminas," explica Mattoo. "Vimos que la espermidina es importante en la reducción del envejecimiento. Será interesante descubrir qué otros roles tiene."
Savithri Nambeesan, quien trabaja en el laboratorio de Handa, introdujo el gen de la levadura correspondiente a la enzima espermidina sintasa en la planta de tomate, con el objetivo de incrementar la producción de espermidina en el fruto. Como resultado, los tomates maduros demoraron unos ocho días más en mostrar signos de marchitamiento en comparación con sus pares no transgénicos. Los síntomas relacionados con la podredumbre debido a hongos se atrasaron unos tres días.
"Logramos mejorar la calidad del tomate", señaló Handa. "prolongar la vida en estante de los frutos, en general, es uno de los principales desafíos de la cadena frutícola, sobre todo en los países donde las condiciones de almacenamiento es un problema", agregó.
La investigación fue financiada por el Fondo Binacional EE.UU-Israel para el Desarrollo y la Investigación Agrícola, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, y la Fundación Purdue para la Investigación.