Colombia: autorizan investigación en papa genéticamente modificada

La Corporación para Investigaciones Biológicas, CIB (Medellín) recibió la autorización por parte del ICA para realizar actividades de investigación con papa genéticamente modificada (GM).

La Corporación para Investigaciones Biológicas, CIB (Medellín) recibió la autorización por parte del ICA para realizar actividades de investigación con papa genéticamente modificada (GM).

El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), a través de la resolución 1628 del 18 de mayo de 2010, autorizó a la Corporación para Investigaciones Biológicas, CIB, para realizar actividades de investigación en medio confinado con organismos genéticamente modificados de papa.
La CIB ubicada en la ciudad de Medellín (Colombia), viene trabajando desde hace varios años en el desarrollo de líneas de papa genéticamente modificada mediante técnicas de Ingeniería Genética, para hacerlas resistentes al ataque de la polilla guatemalteca (Tecia solanivora).
Usando un método de transformación con Agrobacterium, se ha insertado un gen sintético que codifica para una proteína de Bacillus thuringiensis que es activa frente a este tipo de insectos.
Con esta autorización por parte del ICA, la Corporación podrá desarrollar actividades de investigación con esta papa genéticamente modificada en el laboratorio y en el invernadero de bioseguridad (medio confinado).
Dentro de los requisitos que se deben cumplir para el desarrollo de estas actividades de investigación se encuentran:
- Instalaciones y equipos adecuados de laboratorio e invernadero de bioseguridad.
- Sistemas de tratamiento y disposición de laboratorios e invernadero de bioseguridad.
- Equipo técnico y científico a cargo de la investigación.
- El invernadero deberá estar equipado para el control de entrada y salida de los insectos así como el tratamiento de aguas residuales.
- Contar con un plan de contingencia.
Para Diego Villanueva, Investigador de la Unidad Biotecnología Vegetal de la CIB, lo que se busca con este desarrollo es "reducir en gran porcentaje la cantidad de aplicaciones de estos plaguicidas. Actualmente se calcula como mínimo entre 15 y 30 aplicaciones por ciclo de cultivo (5-6 meses). Se espera que con esta tecnología se reduzca a 1 o 2 aplicaciones por ciclo, aunque teóricamente esta tecnología debería reducirlas a cero". Y agregó, "los beneficios saltan a la vista, menos inversión en plaguicidas por parte del agricultor, menos contaminación ambiental, menos impacto en la salud humana y animal".
Esto significa que la investigación en modificación genética en nuestro país cada vez más está tomando fuerza. Ya no son solamente las grandes empresas las que participan en estos desarrollos, sino que centros de investigación, universidades, corporaciones, entre otros, trabajan en variedades que se adapten mejor a nuestros suelos y a nuestras condiciones climáticas.
Con esta autorización del ICA anima a los centros de investigación para que continúen con sus actividades y desarrollos que contribuyan a mejorar la productividad del campo y a hacer más competitivo a nuestro país.
La inversión anual de la Corporación destinada a proyectos de investigación de genética vegetal es de 200 millones de pesos, que corresponden al 10% del presupuesto total (anual) de la entidad.