Carbón vegetal: desarrollan tecnología para optimizar la producción y favorecer el medio ambiente

Crear un producto que cumpla la doble función de incrementar la producción industrial y a su vez reduzca los niveles de contaminación. Esta fue la motivación que llevó a investigadores y profesionales de la Facultad de Agroindustrias de la UNNE a desarrollar un proyecto interdisciplinario para producir carbón vegetal. Crear un producto que cumpla la doble función de incrementar la producción industrial y a su vez reduzca los niveles de contaminación. Esta fue la motivación que llevó a investigadores y profesionales de la Facultad de Agroindustrias de la UNNE a desarrollar un proyecto interdisciplinario para producir carbón vegetal. Para ello conformó un grupo de trabajo con el objetivo de facilitar las herramientas tecnológicas que posibiliten optimizar la producción de este producto en Chaco. Para ello se utilizará el proceso de pirólisis (destilación seca de la madera), en hornos metálicos, donde los gases generados para producir carbón vegetal son reutilizados, disminuyendo el consumo de energía y la liberación de sustancia contaminantes al medio. De esta manera se favorecerá al productor carbonero y al medio ambiente a la vez. En gran parte del mundo, el carbón vegetal que se obtiene a partir de la combustión incompleta de la madera, sigue siendo un biocombustible empleado para la cocina, la calefacción, la luz y en forma industrial. El carbón vegetal se obtiene a partir de un proceso termoquímico que puede ser por combustión, pirolisis o gasificación. La principal diferencia entre el carbón vegetal y la madera es que presenta mayor contenido de carbono, por lo que su poder calorífico es mayor, siendo mejor combustible que la madera. Además es muy estable en condiciones atmosféricas normales y no es atacado por agentes biológicos que atacan la madera. El proceso industrial (convencional) que se utiliza para producir carbón vegetal en la zona (el Chaco y otras provincias del NEA) es a través de hornos de ladrillos media naranja, en estos casos la temperatura del proceso de combustión es incontrolable, lo que lleva a obtener productos de menor rendimiento y calidad. La obtención de carbón en forma convencional genera un impacto ambiental local negativo, ya que los gases de la combustión incompleta son eliminados directamente a la atmósfera. En cambio, si se utiliza el proceso de pirólisis o de destilación de la madera que proponen en Agroindustrias, los gases son reutilizados. Además, el calor necesario para transformar la madera en carbón es suministrado exteriormente, esto permite un control del proceso de carbonización y como es en ausencia de oxígeno, se transforma más leña en carbón. Los procesos térmicos a partir de biomasa son objetivo de investigación de gran parte del mundo científico, pero sobre todo del mundo desarrollado, que tratan de adquirir esta tecnología amenazada por la crisis energética actual y por los problemas de contaminación ambiental. “El carbón vegetal es uno de los combustibles de uso doméstico e industrial que hay que considerar en todo programa de racionalización de recursos energéticos en los países productores”, opinó el ingeniero Eduardo Hryczyñski, uno de los miembros del proyecto entrevistados por Ciencia y Técnica. El docente de Agroindustrias considera que se deben comprender los problemas y aplicar soluciones idóneas para el uso óptimo del carbón vegetal.