Identifican hongos nativos que degradan sustancias tóxicas

A simple vista pequeños, estos seres son capaces de hacer desaparecer compuestos altamente tóxicos como el PCB, que se usa en los transformadores eléctricos, o tinturas industriales, tanto como disminuir la cantidad de elementos químicos peligrosos en el proceso de la fabricación del papel. A simple vista pequeños, estos seres son capaces de hacer desaparecer compuestos altamente tóxicos como el PCB, que se usa en los transformadores eléctricos, o tinturas industriales, tanto como disminuir la cantidad de elementos químicos peligrosos en el proceso de la fabricación del papel. Se trata de los minúsculos, pero poderosos hongos que se alimentan de madera y que son estudiados por el equipo del Laboratorio de Micología Experimental de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. "Desde hace diez años, venimos haciendo un relevamiento de especies nativas de hongos para ver cuál funciona mejor para degradar distintos contaminantes. Es que la mayoría de las investigaciones de estas características se realizaron sobre variedades del Hemisferio Norte y poco se conoce de las que se hallan en el Sur", destaca la doctora Flavia Forchiassin, directora del grupo de trabajo, en el que participaron también los doctores Luis Diorio, Laura Levin, Leandro Papinutti y Nora Mouso. Ellos ya han obtenido resultados con algunas especies. "En nuestro laboratorio, un aislamiento nacional de Trametes trogii ha sido capaz de degradar casi completamente mezclas de PCB, de hidrocarburos aromáticos policíclicos, y un amplio rango de tinturas industriales", aseguraron las doctoras Forchiassin y Laura Levin. Los hongos sólo se alimentan de moléculas pequeñas. Esta particular forma de nutrición los lleva a que para sobrevivir deban desintegrar o simplificar aquellos compuestos complejos que encuentran. Para esta tarea, segregan enzimas, encargadas de disolver o transformarlos en moléculas pequeñas, acordes para su aprovechamiento. "Estos hongos son capaces de degradar el componente más difícil de la madera, la lignina", puntualiza Forchiassin. "Al igual que la lignina, muchos de estos contaminantes son resistentes a la degradación y persisten en el medio ambiente. Las mismas enzimas que degradan la lignina pueden degradar estos compuestos complejos, debido a su alto poder oxidativo y su baja especificidad", agrega Levin. Las distintas líneas de estudio persiguen el mismo fin: encontrar especies que logren disminuir el daño de productos contaminantes generados por el hombre, con recursos naturales y accesibles. "Estos hongos son capaces de crecer sobre diversos residuos agroindustriales. Resulta, entonces, fácil cultivarlos y producir sus enzimas, lo que los hace particularmente aptos para aplicaciones biotecnológicas", especifica Forchiassin y enseguida advierte que tras los resultados en PCB en el laboratorio, la etapa siguiente requeriría pruebas en mayor escala, con vistas a su aplicación a la solución de problemas de contaminación existentes. En esta tarea de búsqueda por hallar eficaces descontaminantes naturales, el equipo seleccionó entre alrededor de 60 cepas autóctonas una en especial: Coriolus versicolor forma antarcticus, porque posee una muy buena capacidad decolorante. "Cultivos enteros en una hora degradan y detoxifican una gran variedad de colorantes", coinciden en señalar, al tiempo que destacan: "Hay que tener en cuenta que la industria textil libera al medio grandes cantidades de productos coloreados y en muchos casos tóxicos junto con el agua, un recurso que no debería desperdiciarse. La posibilidad de decoloración de los efluentes también permitiría reutilizar el agua". La industria papelera, a la que ubican sexta en la lista de responsables de generar la contaminación ambiental, tampoco escapa de su estudio. "Estamos tratando de buscar modos más amigables ecológicamente para lograr una merma en la contaminación causada por las papeleras. La idea es que puedan usarse estos hongos, o las enzimas que producen, para disminuir los químicos que se emplean en el proceso de producción de papel", concluyen los investigadores. Fuente: Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires