En procura de un trigo mejor
Científicos del Cerzos (UNS-Conicet) trabajan en el desarrollo de herramientas destinadas a enriquecer la cadena del cultivo. El proyecto de investigación ya es parte del Consorcio Internacional de Secuenciación del Genoma de Trigo.
"Nuestro estudio procura generar herramientas moleculares para asistir al mejoramiento del trigo e involucra el tema de enfermedades, calidad, sanidad, rendimiento y nuevas tecnologías como transgénesis. La idea es estar preparados para el futuro y poder implementar esta herramienta en los programas argentinos de mejoramiento", explicó la doctora Viviana Echenique, del Centro de Recursos Renovables de la Zona Semiárida (Cerzos), dependiente del Conicet y la UNS.
El programa, denominado “Herramientas de biotecnología aplicadas a sumar competitividad y sustentabilidad a la cadena de trigo”, comenzó en 2006. Integra una red nacional multidisciplinaria de capacidades en el uso de tecnologías basadas en el ADN (genómica, marcadores moleculares y transformación genética), combinadas con ecofisiología del cultivo, calidad industrial y fitopatología, para incrementar la competitividad y sustentabilidad de la cadena de valor del trigo y la cebada. Se financia como un Proyecto de Area Estratégica de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) y, junto a la doctora Echenique, lo dirigen el doctor Marcelo Helguera (INTA Marcos Juárez) y la doctora Gabriela Tranquilli (INTA Castelar). Estos proyectos de Area Estratégica tratan de maximizar las capacidades de distintas instituciones públicas y, a su vez, hacer sinergias en el trabajo con empresas. Además del Cerzos y la UNS, el proyecto involucra a varios grupos del INTA, a la Universidad Nacional de Río Cuarto y a la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.También se trabaja con varias empresas líderes, entre ellas la Asociación de Cooperativas Argentinas, el criadero Klein, Buck Semillas SA, Nidera, Don Mario, Sursem y Bioceres. "Estas empresas están relacionadas con el mejoramiento de trigo y nuestro estudio busca generar herramientas moleculares para asistir a dicho mejoramiento", contó Echenique.
En este marco, el grupo de investigación del Cerzos se ha dedicado, fundamentalmente, al tema del trigo candeal."Trabajamos en estrecha colaboración con la Chacra Experimental de Barrow (INTA), localizada en Tres Arroyos, con la Asociación de Cooperativas Argentinas y con los otros criaderos. Específicamente, en este tipo de trigo hemos tenido varios resultados con marcadores moleculares para asistir a estos programas de mejora en lo que respecta a calidad y rendimiento. Ya se formaron cuatro doctores en la UNS a partir de este trabajo y se han realizado publicaciones, entre otras acciones", expresó la investigadora.
También señaló que existen dos variedades en vías de registro por parte de la Asociación de Cooperativas Argentinas.
El estudio también ha abierto vías de intercambio con entidades internacionales. En este sentido, recientemente fue incorporado al programa Twinning, impulsado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, que establece la existencia de proyectos gemelos entre la Argentina y la Comunidad Económica Europea."Esto ha generado posibilidades ciertas de colaboración, como con la Universidad de California y, hace poco, con la doctora Catherine Feuillet, directora de Investigación del INRA, quien tiene a su cargo un proyecto gemelo denominado TriticeaGenome, que es parte del consorcio de secuenciación de trigo", sostuvo Echenique.
A partir de los trabajos conjuntos desarrollados, surgió la posibilidad de que los científicos del Cerzos participen del consorcio internacional de secuenciación del genoma de trigo, que actualmente conforman 21 países. En él, cada grupo de trabajo tiene asignado un cromosoma específico para proyectos de secuenciación individuales y para la construcción de mapas físicos. Los investigadores argentinos tienen asignado el cromosoma 4D. Participar de este consorcio internacional permitirá el acceso a una plataforma informática con la totalidad del genoma secuenciado de trigo pan, información estratégica para el descubrimiento de genes asociados a características de interés agronómico (como rendimiento, adaptación, tolerancia a estrés biótico y abiótico y calidad) y la selección de variantes alélicas superiores de estos genes para su uso en mejoramiento genético. Se trata de una gran oportunidad para ingresar al grupo selecto de laboratorios que tendrá acceso a esta información estratégica para el cultivo de trigo. "El proyecto que estamos realizando es similar a iniciativas generadas en los Estados Unidos, Canadá y Australia, cuyos resultados fueron exportaciones de trigo más competitivas. Nosotros esperamos que tenga el mismo impacto en la Argentina", contó.
"La idea es generar este tipo de herramientas para que puedan utilizarlas las empresas y el programa de mejoramiento del INTA y así producir trigos de calidades diferenciadas, lograr cultivares que rindan más, de mejor calidad, mejor sanidad y más competitivos en los mercados internacionales", concluyó Echenique.