Bacterias “buenas” pueden servir como vehículo para vacunas orales contra el ántrax

Investigadores de la Universidad del Estado de Carolina del Norte descubrieron que pueden usar a bacterias “buenas” como un vehículo para vacunas orales contra el ántrax. La misma estrategia podría servir también para obtener otras vacunas capaces de prevenir diferentes infecciones virales y bacterianas.

Investigadores de la Universidad del Estado de Carolina del Norte descubrieron que pueden usar a bacterias “buenas” como un vehículo para vacunas orales contra el ántrax. La misma estrategia podría servir también para obtener otras vacunas capaces de prevenir diferentes infecciones virales y bacterianas.

Incorporada dentro de las bacterias, se logra que la vacuna pase por el estómago y el intestino, donde se une fácil y eficientemente a células (llamadas dendríticas) que estimulan al sistema inmune para que proteja, en este caso, contra el ántrax.

El hallazgo, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, muestra que esta vacuna oral puede ser tan eficaz como las tradicionales, basadas en inyecciones, lo que constituye un gran avance en materia de nuevos métodos de administración. La mayoría de las vacunas son proteínas, y normalmente pierden su eficacia como vacunas al pasar por el estómago.

Las bacterias “buenas” con que trabajaron los investigadores son bacterias lácticas Lactobacillus acidophilus. Se las encuentra normalmente en la leche, los quesos y los yogures. No sólo son probadamente seguras para el consumo, sino que también contribuyen, como probióticas, a la salud de nuestro sistema digestivo y de nuestra salud general. "Generalmente no podemos ingerir las vacunas porque se degradan en el tracto digestivo, por eso tenemos que usar jeringas y agujas”, explicó Todd Klaenhammer, autor del trabajo. "Pero usando estas bacterias (lácticas) como vehículos o vectores, conseguimos que la vacuna llegue al intestino de una forma eficiente y segura."