España desarrolla aguacates transgénicos a prueba de hongos

Los científicos de la Universidad de Málaga son, junto a los de la Universidad de Florida, los únicos que lograron plantas transgénicas de aguacate (o palta). El hongo Rosellinia necatrix es específico de las plantaciones de aguacates de España. Los científicos de la Universidad de Málaga son, junto a los de la Universidad de Florida, los únicos que lograron plantas transgénicas de aguacate (o palta). El hongo Rosellinia necatrix es específico de las plantaciones de aguacates de España.

La Universidad de Málaga (UMA) investiga el desarrollo de aguacates transgénicos resistentes a los hongos y especialmente al Rosellinia necatrix, que causa una epidemia exclusiva de las explotaciones españolas. Este hongo es considerado uno de los grandes enemigos del sector. El responsable de la organización agraria Asaja en la Axarquía, Benjamín Faulí, resalta la nocividad de esta plaga contra la que no existen medios de lucha válidos. "Es la peor, afecta a las raíces y produce un decaimiento del árbol hasta que a medio plazo lo mata. Lo único que hacemos es colocar plásticos en el suelo para que se eleve la temperatura y ver si así se pudre el hongo, pero realmente no hay nada eficaz". El catedrático de Fisiología Vegetal de Málaga Fernando Pliego Alfaro investiga desde 2001 la búsqueda de variedades transgénicas de aguacates resistentes al Rosellinia. Por el momento, la UMA es, junto a la Universidad de Florida, la única del mundo que ha logrado plantas de aguacate transgénicas. "El aguacate es muy recalcitrante. Resulta complicado transformarlo genéticamente porque cuesta muchísimo conseguir una planta a partir de una célula en la que se ha insertado el gen para la resistencia al hongo". Esta línea de investigación genética se combina con las iniciativas que desarrollan el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) también en la lucha contra el hongo Rosellinia necatrix y la mejora de las plantaciones de aguacates. En este sentido, el catedrático Fernando Pliego Alfaro colabora con el Ifapa en un programa de optimización tradicional de las plantaciones. Los expertos del centro de Churriana de este instituto han importado material de aguacates de todo el mundo con el fin de determinar cuáles son los más resistentes a los patógenos. El grupo de Pliego Alfaro también colabora con el equipo que dirige Iñaki Hormaza del CSIC de la finca experimental La Mayora, ubicada en Algarrobo, en la búsqueda de fórmulas para atajar la araña cristalina, otra de las plagas que atacan las plantaciones de aguacates y en el desarrollo de sistemas de cultivo sostenible. En conjunto, el Ministerio de Ciencia y la Consejería de Innovación han aportado 400.000 euros para sufragar los proyectos científicos que se desarrollan en el campo del control biológico de las plagas y transformación genética del aguacate, así como en la lucha contra los ácaros cristalinos y la búsqueda de explotaciones subtropicales sostenibles. "Todos trabajamos muy en colaboración", argumenta el catedrático, que también cuenta con la cooperación en sus investigaciones de la Universidad de California, en la que Pliego Alfaro realizó su tesis doctoral y trabajó durante cinco años, antes de realizar otra estancia posdoctoral en la Universidad de Florida. La investigadora Mary Lu Arpaia, de la universidad californiana, trabaja de hecho con este equipo de expertos de la UMA en la germinación de embriones somáticos transgénicos, ya que ha identificado un azúcar-alcohol específico del aguacate, llamado perseitol, que podría estar involucrado en este proceso. Esta científica visitará la UMA y los centros experimentales del Ifapa y del CSIC en abril. El aguacate se localiza en Europa fundamentalmente en la franja litoral de las provincias de Málaga y Granada, donde se cultivan 9.000 hectáreas. El sector confía que la campaña de este año alcance los 50.000 kilos, que se destinarán mayoritariamente a la exportación. Los cultivos subtropicales son, en este momento, uno de las pocas actividades agrícolas de rentabilidad alta. Y, además, carecen de subvenciones directas.