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Investigadores de la Universidad de Purdue están colaborando con la compañía Chrysler LLC en un proyecto que tiene como objetivo usar álamos para eliminar contaminantes en un lugar del centro-norte de Indiana. Los científicos quieren plantar álamos transgénicos en ese sitio, que antes fuera una instalación para el almacenamiento de petróleo. Investigadores de la Universidad de Purdue están colaborando con la compañía Chrysler LLC en un proyecto que tiene como objetivo usar álamos para eliminar contaminantes en un lugar del centro-norte de Indiana. Los científicos quieren plantar álamos transgénicos en ese sitio, que antes fuera una instalación para el almacenamiento de petróleo. En el laboratorio, estos árboles demostraron su capacidad de absorber tricloroetileno (TCE) y otros contaminantes. Según Richard Meilan, profesor de la Universidad de Purdue, “este lugar presenta una excelente oportunidad para probar la capacidad (de remediación) de los álamos en condiciones reales”. Recientemente, su grupo publicó, en un número de octubre de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, que los álamos transgénicos desarrollados en su laboratorio podían remover el 90 % del TCE de una solución hidropónica en una semana. Estos árboles además absorbían y metabolizaban el compuesto 100 veces más rápido que sus pares no transgénicos. Los álamos transgénicos contienen un gen que codifica para una enzima capaz de degradar el TCE y una variedad de otros contaminantes ambientales, como el cloroformo, benceno, cloruro de vinilo y tetracloruro de carbono. “Los álamos transgénicos podrán remover el TCE del estanque contaminado con el petróleo almacenado en el lugar desde los años 1960s. El TCE, usado en la industria como solvente y desengrasante, permanece en el agua bastante cerca de la superficie, a una distancia accesible para las raíces de los álamos”, explicó Meilan.  El TCE es un potencial carcinógeno y causa problemas de salud cuando se encuentra en grandes cantidades en el agua o en el aire. Además de sus aplicaciones en la fitorremediación, los álamos son muy promisorios como materia prima para la obtención de etanol derivado de la celulosa. En este sentido el grupo de Meilan está investigando también la manera de alterar la composición de la lignina del álamo, para facilitar el acceso y aprovechamiento de la celulosa.