La industria avanza hacia la obtención de omega-3 a partir de plantas

La industria está desarrollando cultivos modificados que podrían desafiar al pescado como mejor fuente de omega-3. Así lo muestran los informes de BASF y DuPont. El temor de acabar con los recursos pesqueros, junto con el riesgo de la presencia de ciertos contaminantes concentrados en el aceite de pescado, han llevado tanto a las universidades como a la industria a investigar la extracción de omega-3 de otras fuentes. La industria está desarrollando cultivos modificados que podrían desafiar al pescado como mejor fuente de omega-3. Así lo muestran los informes de BASF y DuPont. El temor de acabar con los recursos pesqueros, junto con el riesgo de la presencia de ciertos contaminantes concentrados en el aceite de pescado, han llevado tanto a las universidades como a la industria a investigar la extracción de omega-3 de otras fuentes. Hay algunos ácidos grasos omega-3 que ya están en el mercado, como el ácido docosahexaenoico (DHA), extraído de microalgas, y alfa-linolénico (ALA), un omega-3 más corto extraído de plantas y menos aprovechable para las personas. Pero se cree que otras plantas, como la soja y Brassica podrían ser una fuente sustentable del ácido graso eicosapentaenoico (EPA), y también del DHA. La estrategia es agregar a estas plantas los genes que convierten a los ácidos grasos omega-3 y omega-6 de cadena más corta, y que están naturalmente en estas plantas, en ácidos grasos de cadena más larga. Por su parte, DuPont, reveló que está trabajando en una soja transgénica que tiene un 40% de omega-3 de cadena larga, y que está siendo llevada a ensayos de campo. El foco de DuPont es maximizar la obtención de EPA y DHA. Esto lo logran insertando el gen de la omega-3-desaturasa microsomal del hongo Saprolegnia diclina, que convierte a los omega-6 de cadena larga en ácidos grasos omega-3. Por otro lado, BASF está desarrollando cultivos que contienen más EPA que el pescado. Hasta ahora trabajaron con lino, soja, Arabidopsis, Brassica juncea, y canola. En el caso del lino, por ejemplo, la estrategia fue insertar los genes de un conjunto de enzimas capaces de transformar, primero, el ALA (omega-3 de cadena corta) en EPA y luego en DHA. Los genes corresponden a la delta 6-desaturasa, que pasa ALA a ácido estearidónico o SDA, la malonil co-enzima A, que elonga el SDA de 18 carbonos a un ácido graso de 20 carbonos, y luego la desaturasa, que transforma a este ácido graso en EPA. Luego hay dos genes más, que convierten el EPA en DHA. El campo no se cierra a DuPont y BASF, también Monsanto está desarrollando canola que produce SDA, un intermediario entre ALA y EPA.