Biocombustibles - Un sector en crecimiento

Con la implementación del corte obligatorio del gasoil con un 5% de biodiésel, se abren nuevas perspectivas para el negocio agrícola en el país. El biodiésel, y los biocombustibles en general, pueden darle al país nuevas posibilidades para agregar valor a sus cosechas.

Con la implementación del corte obligatorio del gasoil con un 5% de biodiésel, se abren nuevas perspectivas para el negocio agrícola en el país. El biodiésel, y los biocombustibles en general, pueden darle al país nuevas posibilidades para agregar valor a sus cosechas.

"En 2007 éramos un actor insignificante en materia de producción de combustibles verdes. Hoy, con una capacidad instalada de 2,5 millones de toneladas, somos el quinto productor y el principal exportador mundial de biodiésel, tenemos posibilidades concretas de seguir creciendo y capacidad suficiente para atender la demanda que se generará a corto plazo en el mercado interno", explicó el director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH), Claudio Molina. Las palabras de Molina resumen bien la situación del biodiésel, y de los biocombustibles en general, productos que pueden darle al país nuevas posibilidades para agregar valor a sus cosechas.

La razón por la cual la Argentina pasó en menos de tres años de ser la Cenicienta a la reina del biodiésel la explica Fernando Peláez, presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio). "La clave del liderazgo argentino en el mercado de biodiésel es su polo aceitero en Rosario. Lo que se está haciendo con la producción de biodiésel es simplemente aprovechar una ventaja comparativa que tenemos en la producción de aceite de soja. No hay ningún país que tenga concentrada la producción, el procesamiento y el puerto en un radio relativamente chico y produzca con tales niveles de eficiencia. Ningún país, ni siquiera Brasil, tiene esta ventaja", explicó Peláez, que además es titular de Unitec Bio, empresa productora de biodiésel del Grupo Eurnekian.

A partir de esta ventaja comparativa, varios factores de la coyuntura ayudaron al despegue del combustible limpio local. El primero fueron las creciente demanda proveniente primero de los Estados Unidos, luego de la Unión Europea. El segundo factor que terminará de impulsar la producción local fue la reciente entrada en vigencia del corte obligatorio del gasoil con el 5% de biodiésel, lo que coloca al país a la par de los niveles de mezcla de los países más avanzados en las políticas de reemplazo de combustibles fósiles.

"En lo que resta de 2010, se espera para el mercado interno una demanda cercana a los 800.000 toneladas de biodiésel. Por otro lado, en pocos años, el porcentaje de corte aumentará, por lo que podríamos esperar para 2015 un consumo interno de 1,5 millones de toneladas. Al mismo tiempo, crecerá la capacidad instalada, para atender la demanda en el mercado interno y la demanda de exportación, con lo para esa fecha podríamos tener una capacidad total de 5,5 o 6 millones de toneladas", pronosticó Molina.

Las exportaciones son aún el mercado principal del biodiésel argentino. De acuerdo con los datos de Carbio, en 2009 se exportaron cerca de 1,2 millones de toneladas, por unos US$ 200 millones, principalmente a la Unión Europea. Este rubro, de acuerdo con Molina, puede seguir creciendo ya que la mayoría de los países desarrollados tiene previsto aumentar el nivel del corte, hasta llegar al 20%. Actualmente, el precio FOB por tonelada de biodiésel es de 930 dólares.

En el mercado interno las perspectivas son diferentes, aunque no menos interesantes. Según explica Molina, este combustible tiene aquí casi la categoría de un servicio público, ya que sus precios son fijados por el Gobierno. "El valor, $ 2,90 por litro, más IVA, puesto en fábrica, es rentable. Estos precios fueron fijados sobre la base de los costos de una planta chica, de 50.000 toneladas anuales de producción. Además, los precios están desacoplados del valor internacional y son vinculantes, o sea que todas las ventas de biodiésel en el mercado interno deben respetarlos", explicó Molina.

Bioetanol, el próximo paso. Los consultados coincidieron en que el próximo paso para la industria es el etanol, que aún no alcanza un nivel de producción suficiente para abastecer la demanda local. "A partir de la entrada en vigencia del programa de biocombustibles, a la histórica producción de alcohol se deberán agregar 300.000 metros cúbicos de bioetanol anhidro, o sea, más del doble de la producción histórica en términos equivalentes de alcohol, para poder atender el corte al 5%", explicó Molina. Esto significa una demanda de 282.000 metros cúbicos para 2010. Pero para el presente año, los nueve ingenios azucareros que tienen cupo fiscal sólo generarán una disponibilidad de 202.000 m3, por lo que el programa de cortes con etanol se implementó sólo de forma parcial. Se supone que sólo en 2011 el programa podrá aplicarse plenamente. Como alternativa al faltante que habrá en 2010, varias empresas productoras de maíz pidieron al Gobierno cupo para vender etanol de maíz. "