El gran futuro de la agricultura

En Biotech Forum, se analizaron los desafíos que tienen la ciencia y el marco jurídico para poder enfrentarlos.

En Biotech Forum, se analizaron los desafíos que tienen la ciencia y el marco jurídico para poder enfrentarlos.

Biotech Forum 2009 sentó las bases de lo que seguramente se convertirá en una serie de foros sobre el negocio de la biotecnología vegetal. Durante dos jornadas en la Bolsa de Comercio de Rosario, con más de 200 asistentes entre referentes de la industria de semillas e insumos asociados, científicos, investigadores, breeders y biotecnólogos, líderes del sector, inversores y autoridades, se superó el objetivo de brindar información actualizada acerca de la biotecnología vegetal y los negocios asociados.

En la apertura, Julio Ferrarotti, uno de los organizadores de la jornada, aseguró que "hay que revisar aspectos del negocio como la Propiedad Intelectual (PI), la generación de un buen ambiente para las inversiones, la seguridad jurídica, dar marco para las innovaciones y los inventos". Los disertantes que le siguieron se ocuparon de cada una de estos desafíos.

Analizando el negocio mundial de la biotecnología, Firoz Amijee, Gerente de Asuntos Regulatorios para América para Pioneer, contó "Una historia de dos continentes". Se refirió, entre otros temas, a la aceptación de la biotecnología en EE. UU. y la UE.

En líneas generales, "la biotecnología ha sido la más rápidamente adoptada en EE. UU. Los agricultores reconocen el valor y el resultado en el rinde". En cuanto a los consumidores, Amijee afirmó que el porcentaje de los que gustan comprar productos derivados de la biotecnología "está superando el 30%. Sólo el 17% no lo acepta. Y el 53% tiene una actitud neutra. En suma, se trata de un entorno favorable y estable".

La Unión Europea, por su parte, cuenta con un entorno regulatorio centralizado: el proceso de regulación de riesgo es un proceso político. "Es simple, necesitamos una sola llave, pero en la realidad, la aprobación de un producto biotecnológico lleva diez años. No es muy operable, mucho menos ventajoso para nuestra industria", expresó el ejecutivo de Pioneer y admitió que, "aunque han creado un ambiente de antipatía, una vez colocado el producto entre los productores tienen un alto rango de aceptación". Se ha comprobado que los alimentos "biotecnológicos" son seguros. "Y la confianza de los consumidores europeos está creciendo".

En su proyección, "la biotecnología tendrá una influencia positiva en los próximos veinte años". Y es que la producción agrícola, sabemos, está enfrentando un gran desafío entre el aumento poblacional, el aumento de ingresos, de la producción y del área sembrada. "Es una oportunidad para el sector", indicó.

A su turno, Darío Hiromoto, ingeniero agrónomo de la Universidad de San Pablo y Director de la Fundación Matto Grosso, se refirió a la biotecnología en los países emergentes: China, India, Brasil y Australia: "25 países adoptaron biotecnología en 2008, de los cuales 15 son emergentes. En primer lugar USA, en segundo lugar Argentina y en el tercero, Brasil", expresó.

En cuanto al beneficio de las plantas transgénicas, los números son contundentes: "de los $ 44,1 billones en ingresos generados desde 1996, el 42% corresponde a países desarrollados y el 58%, otros en vías de desarrollo", dijo.

Federico Trucco, Gerente de Desarrollo del Instituto de Agro-Biotecnología Rosario (INDEAR), planteó la situación de la biotecnología en Argentina. La misma llega a nuestro país de la mano del sector farmacológico, pionero en los '80. Con vinculación público-privada se constituye en una industria competitiva de desarrollo regional. "De todas las etapas de creación de valor en biotecnología -Investigación, Desarrollo, Producción y Comercialización- las dos últimas implican un riesgo económico al que estamos acostumbrados pero el riesgo científico tecnológico regulatorio inherente a las dos primeras, es adicional", puntualizó. Allí está el foco de Indear, según explicó.

El Instituto concentra sus energías en dos áreas: el mejoramiento de cultivos para aumentar su productividad y la producción de enzimas industriales en plantas. Para esto, INDEAR utiliza las herramientas de la biología molecular moderna vía estrategias de organismos modificados genéticamente y no modificados genéticamente.

En ese camino, se hace fundamental la búsqueda de socios estratégicos. "Nada de esto será posible si no tenemos una agenda público-privada", dijo.

En línea con este planteo, David Mergen, representante del USDA, fue muy contundente: "Se debe respetar el proceso de investigación, los datos aportados y los recursos. Es necesario que exista una normativa sólida para resguardar la PI".