Estudian las redes metabólicas que participan durante el desarrollo del tomate

Empleando las herramientas de la genómica funcional, el Dr. Fernando Carrari y su equipo del INTA intentan modelar las redes metabólicas que interactúan durante el desarrollo del tomate. Empleando las herramientas de la genómica funcional, el Dr. Fernando Carrari y su equipo del INTA intentan modelar las redes metabólicas que interactúan durante el desarrollo del tomate. El descubrimiento de los genes involucrados podría ser clave para el mejoramiento del cultivo. Cuando los tomates maduran se vuelven más colorados, aromáticos y sabrosos. Esta transformación, aunque común para todos, es el resultado de la interacción compleja de una intrincada red de muchos componentes. Durante generaciones, los agrónomos y científicos han logrado diferentes variedades de tomates, obteniendo diferentes tamaños, formas, texturas, aromas, duración y composición nutricional. Pero generalmente, el mejoramiento para una característica llevaba al deterioro de otra. Por ejemplo, el mejoramiento del sabor podría tener un efecto negativo en el rendimiento. La llegada de la genómica ha permitido estudiar las numerosas vías metabólicas que estarían involucradas en la obtención de un fruto ideal. En particular, la genómica funcional y la metabolómica están generando herramientas, información y materiales biológicos necesarios para el mejoramiento del tomate y de otras especies de solanáceas. El Dr. Fernando Carrari, del INTA,  junto con sus colegas Laura Kamenetzky, Ramon Asis, Luisa Bermudez, Ariel Bazzini, Sebastián Asurmendi, Marie-Anne Van Sluys, Jim Giovannoni, Alisdair Fernie y Magdalena Rossi usan estas estrategias para modelar las redes metabólicas que interactúan durante el desarrollo del tomate. Ellos basan su trabajo en las secuencias generadas por el Consorcio del Genoma del Tomate, a cargo de la secuenciación, mapeo y análisis del genoma de variedades de tomate cultivadas y silvestres. Analizan un buen número de metabolitos, como carbohidratos, pigmentos, hormonas, entre otros, a lo largo del desarrollo de la flor y del fruto. Por otro lado usan micromatrices para determinar qué genes se expresan en cada una de las etapas. Luego comparan los perfiles de metabolitos con los genes activos, y aunque estas asociaciones sólo indican una correlación, sirven para investigar con más detalle, y usando otras técnicas, las posibles interacciones que puede haber entre esos genes y sus efectos en la maduración del tomate.