Nueva Era

Lino Barañao ayer juró como ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación. Plantea una política científica con eje en la vinculación con el sistema productivo. El nuevo Ministerio plantea un modelo científico asociado al sistema productivo, “Queremos que la ciencia y la tecnología estén puestas al servicio del desarrollo económico y social del país. Lino Barañao ayer juró como ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación. Plantea una política científica con eje en la vinculación con el sistema productivo. El nuevo Ministerio plantea un modelo científico asociado al sistema productivo, “Queremos que la ciencia y la tecnología estén puestas al servicio del desarrollo económico y social del país. Esto siempre ha sido declamado pero no hay muchos ejemplos para mostrar que esto puede ser así. Nosotros tenemos algunas ideas, en particular, en lo que respecta al fomento de la creación de nuevas empresas de base tecnológica” dijo Barañao. “Para lograr este cambio de modelo productivo del país, la limitante es cultural, no es que necesitemos muchos más científicos, necesitamos que se motorice este cambio de visión sobre la ciencia. Necesitamos actuar sobre los actores del sistema científico y tecnológico para que cambien su visión, más que sobre el público. Si seguimos formando más científicos en el sentido tradicional, este cambio no se va a producir. Barañao explicó que se implementarán centros tecnológicos sectoriales público-privados, que van a estar en las provincias atendiendo necesidades de las cadenas productivas de las distintas regiones y donde puedan convivir investigadores de distintos organismos: INTI, universidades, Conicet, CNEA, para cambiar un poco el foco, porque cada institución se empieza a encerrar en su propia lógica con un importante grado de superposición y no siempre se logra atender las problemáticas. Entonces, la idea es cambiar la lógica: tenemos tal problema, entonces juntamos a toda la gente que trabaja en eso en determinado lugar. De alguna forma esto sirve para desarticular esta compartimentalización que existe en muchos organismos y que no es muy conducente. Ante la pregunta ¿Cómo se plantea la intervención concreta de las universidades dentro del sistema? Barañao explicó “Ya no basta con hacer transferencia, enseñanza, investigación, extensión. Tiene que haber como objetivo la creación de empresas de base tecnológica. Creemos que en el caso de la Facultad de Exactas hay posibilidades muy grandes de tener proyectos de impacto. Pero no sólo hace falta una infraestructura en materia de equipamiento para formar a los profesionales en las nuevas tecnologías, sino también una currrícula más acorde a los tiempos que vivimos. Con el Consejo Interuniversitario Nacional acordamos la semana pasada una instancia de reuniones periódicas para discutir esto, el tema de universidad, ciencia y tecnología y cómo las universidades se comprometen con la escuela media, e incluso con la escuela primaria para revertir este problema que tenemos en la formación científico tecnológica.” En lo inmediato Barañao tiene las siguientes prioridades: “Tenemos que terminar de formular un programa con el Banco Mundial para la promoción de la innovación a través de la creación de nuevas empresas de base tecnológica. Vamos a empezar por estructurar esto porque significa poner fondos para tres áreas fundamentales, como software, biotecnología y nanotecnología. Lo ideal sería que jóvenes egresados ensayasen la creación de nuevas empresas. Es un programa relativamente menor, pero que creo que cualitativamente va a incidir mucho. Luego, en paralelo, tenemos que armar toda la estructura y poner en funcionamiento el Ministerio, lo que no es tarea fácil. Tal vez es menos desafiante desde lo intelectual pero es necesario y hay que aprovechar que creamos una estructura desde cero para hacerlo bien. El desafío es doble: crear la estructura y tener el sistema funcionando.